El conflicto universitario es parte de un proyecto dictado por el Banco Mundial que incluyó la desaparición de Conasupo
Publicado en México HOY
El aumento de cuotas para la Universidad Nacional Autónoma de México, presentado por Francisco Barnés de Castro, fue ordenado directamente por el Banco Mundial desde 1994, como parte de las estrategias a seguir por el nuevo gobierno para continuar recibiendo los préstamos del organismo.
En poder de México HOY se encuentra un documento de 275 páginas, clasificado como confidencial y para uso oficial del Banco Mundial únicamente, en el que se dan a conocer las estrategias públicas para el gobierno de Ernesto Zedillo, y cuyo contenido pudo ser la columna vertebral sobre la que se construyó el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, en el que, entre otras cosas se solicita la desaparición de Conasupo, sucedida recientemente.
En la página 187 inicia la estrategia para la educación en México, y en el apartado de Financiamiento a la Educación Superior se da cuenta de la situación de la educación superior y se plasman las estrategias planteadas para la universidad pública mexicana.
En un rápido recuento, los analistas del Banco Mundial dicen que la “universidad pública se mueve sobre un sistema de admisión abierta y cuotas escolares nominales”. Como resultado de ello, la educación superior “se ha expandido con un gran costo para el presupuesto público, aún cuando el gasto real por estudiante ha caído”.
De tal forma que “los subsidios gubernamentales para los estudiantes universitarios se hacen al margen de su nivel de ingresos y, por lo tanto, tienen un efecto perverso sobre la redistribución del ingreso”.
A partir de este breve análisis, el organismo financiero internacional “dictó” al gobierno mexicano cinco medidas:
La primera es “adoptar políticas de admisión más selectivas para las universidades públicas, a través de exámenes de admisión mejor diseñados, que limiten el número de estudiantes a aquellos con las más altas probabilidades de éxito académico”.
La realización de los exámenes de ingreso a través del Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) son una muestra de la política adoptada a partir de la recomendación. El Ceneval realiza un estudio socioeconómico y desecha los estudiantes cuyas condiciones económico-sociales no le auguran la terminación de su carrera, muchas ocasiones por encima de los estándares de conocimiento.
La segunda medida es “reenfocar los subsidios en la educación pública, introduciendo cuotas escolares en concordancia con el nivel de ingresos del estudiante, basado en un sistema de becas y préstamos a partir de las necesidades del estudiante y sus méritos académicos”.
Esto es la propuesta dada a conocer por el rector Barnés, de que paga el que puede hacerlo, de acuerdo con los ingresos de su familia.
Además, como tercer punto el Banco Mundial estimó que México “debe finiquitar los subsidios generalizados a las instituciones de educación superior, reemplazándolos con becas que puedan ser usadas en cualquiera institución calificada de educación pública”.
Esta directriz va encaminada a disminuir el número de la matrícula en la universidad pública -en este caso la UNAM- y da al estudiando la completa libertad de escoger la institución de educación superior dónde asistir con el subsidio que le canalizaría el Estado.
El estudio confidencial, titulado “Mexico, strategy papers”, añade que el objetivo es “enfocar los subsidios hacia los más prometedores y necesitados estudiantes, más allá de cualquier institución educacional en particular”.
El texto, que tiene como objetivo debilitar a la universidad pública, insiste en que tal medida hará posible que las instituciones educativas no gubernamentales puedan “competir financieramente y comenzar a absorber un mayor número de estudiantes”.
Otra de las “sugerencias” del Banco Mundial fue la de dar “incentivos” presupuestales a aquellas universidades que busquen fuentes alternativas de financiamiento y que, por lo tanto, incrementen su autonomía presupuestal.
Esto podría propiciar el contratismo universitario y permitiría a las instituciones de educación superior realizar investigaciones por encargo y otros servicios más. Esto es, que la universidad pública poco a poco esté al servicio de la iniciativa privada y torne su modus vivendi de los subsidios públicos a un autofinanciamiento por servicios prestados.
Finalmente, el estudio explica que se debe incrementar la colaboración con las universidades de Estados Unidos y Canadá, como una estrategia de bajo costo para mejorar la calidad en todos los puntos de la educación. Esta colaboración, explica, está más o menos ocurriendo y es, en específico, una estrategia vecina entre vecinos.
Esto es, que del documento se desprende que el Banco Mundial “dictó” al gobierno de México, desde 1994, las medidas tomadas recientemente en la Universidad Nacional Autónoma de México, con la intención fu-tura de privatizar la educación.
El expediente confidencial titulado “Mexico, strategy papers”, fue realizado por la división México del área destinada a la observación y análisis de los sucesos económico-político-sociales de México y América Central, con fecha del 10 de junio de 1995.
En la primera hoja, el documento firmado por Donna Dowsett-Coirolo advierte que “estos Documentos estratégicos” son de similar formato a los expedientes preparados en 1988 para la nueva administración de (Carlos) Salinas, lo que de entrada implica que el ex presidente exiliado en Dublín y La Habana también siguió los lineamientos del Banco Mundial, pero también tuvo conocimiento de la realización de los nuevos planes para nuestro país.
El avance de estos documentos fue realizado en dos reuniones previas a la elección del 21 de agosto de 1994 con servidores públicos mexicanos de alto nivel, en Cuernavaca, se indica en la advertencia.
Los documentos finales fueron preparados con base en estas discusiones y enviados a miembros del nuevo gobierno inmediatamente después de que Ernesto Zedillo tomara posesión el 1 de diciembre de1994.
La nueva administración y el Banco acordaron un seminario en México para analizar los temas referentes a los expedientes. Pero el plan de encuentro fue suspendido por la crisis financiera (iniciada el 21 de diciembre de 1994 y que se alargó por casi todo 1995 y los años siguientes) en México.
De cualquier forma, indica Donna Dowsett-Coirollo en la advertencia del estudio, muchos de estos documentos fueron entregados de manera informal en la oficina del Presidente de México, del Secretario de Hacienda y en otras dependencias públicas por personas del banco o de sus homólogos mexicanos.
Se considera que estos documentos habría sido sobre los que se fundamentó el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, el cual le da directriz a otras acciones realizadas por el actual gobierno, como la venta de Conasupo, como se apuntó arriba.
Asimismo, Dowsett-Coirollo solicita a quienes sería distribuido el documento clasificado como confidencial, que “por favor observe que mucho del material de estos documentos contiene aspectos muy sensibles para la perspectiva del gobierno mexicano”, por lo cual el Banco Mundial “recomienda confidencialidad” en su manejo.
El aumento de cuotas para la Universidad Nacional Autónoma de México, presentado por Francisco Barnés de Castro, fue ordenado directamente por el Banco Mundial desde 1994, como parte de las estrategias a seguir por el nuevo gobierno para continuar recibiendo los préstamos del organismo.
En poder de México HOY se encuentra un documento de 275 páginas, clasificado como confidencial y para uso oficial del Banco Mundial únicamente, en el que se dan a conocer las estrategias públicas para el gobierno de Ernesto Zedillo, y cuyo contenido pudo ser la columna vertebral sobre la que se construyó el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, en el que, entre otras cosas se solicita la desaparición de Conasupo, sucedida recientemente.
En la página 187 inicia la estrategia para la educación en México, y en el apartado de Financiamiento a la Educación Superior se da cuenta de la situación de la educación superior y se plasman las estrategias planteadas para la universidad pública mexicana.
En un rápido recuento, los analistas del Banco Mundial dicen que la “universidad pública se mueve sobre un sistema de admisión abierta y cuotas escolares nominales”. Como resultado de ello, la educación superior “se ha expandido con un gran costo para el presupuesto público, aún cuando el gasto real por estudiante ha caído”.
De tal forma que “los subsidios gubernamentales para los estudiantes universitarios se hacen al margen de su nivel de ingresos y, por lo tanto, tienen un efecto perverso sobre la redistribución del ingreso”.
A partir de este breve análisis, el organismo financiero internacional “dictó” al gobierno mexicano cinco medidas:
La primera es “adoptar políticas de admisión más selectivas para las universidades públicas, a través de exámenes de admisión mejor diseñados, que limiten el número de estudiantes a aquellos con las más altas probabilidades de éxito académico”.
La realización de los exámenes de ingreso a través del Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) son una muestra de la política adoptada a partir de la recomendación. El Ceneval realiza un estudio socioeconómico y desecha los estudiantes cuyas condiciones económico-sociales no le auguran la terminación de su carrera, muchas ocasiones por encima de los estándares de conocimiento.
La segunda medida es “reenfocar los subsidios en la educación pública, introduciendo cuotas escolares en concordancia con el nivel de ingresos del estudiante, basado en un sistema de becas y préstamos a partir de las necesidades del estudiante y sus méritos académicos”.
Esto es la propuesta dada a conocer por el rector Barnés, de que paga el que puede hacerlo, de acuerdo con los ingresos de su familia.
Además, como tercer punto el Banco Mundial estimó que México “debe finiquitar los subsidios generalizados a las instituciones de educación superior, reemplazándolos con becas que puedan ser usadas en cualquiera institución calificada de educación pública”.
Esta directriz va encaminada a disminuir el número de la matrícula en la universidad pública -en este caso la UNAM- y da al estudiando la completa libertad de escoger la institución de educación superior dónde asistir con el subsidio que le canalizaría el Estado.
El estudio confidencial, titulado “Mexico, strategy papers”, añade que el objetivo es “enfocar los subsidios hacia los más prometedores y necesitados estudiantes, más allá de cualquier institución educacional en particular”.
El texto, que tiene como objetivo debilitar a la universidad pública, insiste en que tal medida hará posible que las instituciones educativas no gubernamentales puedan “competir financieramente y comenzar a absorber un mayor número de estudiantes”.
Otra de las “sugerencias” del Banco Mundial fue la de dar “incentivos” presupuestales a aquellas universidades que busquen fuentes alternativas de financiamiento y que, por lo tanto, incrementen su autonomía presupuestal.
Esto podría propiciar el contratismo universitario y permitiría a las instituciones de educación superior realizar investigaciones por encargo y otros servicios más. Esto es, que la universidad pública poco a poco esté al servicio de la iniciativa privada y torne su modus vivendi de los subsidios públicos a un autofinanciamiento por servicios prestados.
Finalmente, el estudio explica que se debe incrementar la colaboración con las universidades de Estados Unidos y Canadá, como una estrategia de bajo costo para mejorar la calidad en todos los puntos de la educación. Esta colaboración, explica, está más o menos ocurriendo y es, en específico, una estrategia vecina entre vecinos.
Esto es, que del documento se desprende que el Banco Mundial “dictó” al gobierno de México, desde 1994, las medidas tomadas recientemente en la Universidad Nacional Autónoma de México, con la intención fu-tura de privatizar la educación.
El expediente confidencial titulado “Mexico, strategy papers”, fue realizado por la división México del área destinada a la observación y análisis de los sucesos económico-político-sociales de México y América Central, con fecha del 10 de junio de 1995.
En la primera hoja, el documento firmado por Donna Dowsett-Coirolo advierte que “estos Documentos estratégicos” son de similar formato a los expedientes preparados en 1988 para la nueva administración de (Carlos) Salinas, lo que de entrada implica que el ex presidente exiliado en Dublín y La Habana también siguió los lineamientos del Banco Mundial, pero también tuvo conocimiento de la realización de los nuevos planes para nuestro país.
El avance de estos documentos fue realizado en dos reuniones previas a la elección del 21 de agosto de 1994 con servidores públicos mexicanos de alto nivel, en Cuernavaca, se indica en la advertencia.
Los documentos finales fueron preparados con base en estas discusiones y enviados a miembros del nuevo gobierno inmediatamente después de que Ernesto Zedillo tomara posesión el 1 de diciembre de1994.
La nueva administración y el Banco acordaron un seminario en México para analizar los temas referentes a los expedientes. Pero el plan de encuentro fue suspendido por la crisis financiera (iniciada el 21 de diciembre de 1994 y que se alargó por casi todo 1995 y los años siguientes) en México.
De cualquier forma, indica Donna Dowsett-Coirollo en la advertencia del estudio, muchos de estos documentos fueron entregados de manera informal en la oficina del Presidente de México, del Secretario de Hacienda y en otras dependencias públicas por personas del banco o de sus homólogos mexicanos.
Se considera que estos documentos habría sido sobre los que se fundamentó el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, el cual le da directriz a otras acciones realizadas por el actual gobierno, como la venta de Conasupo, como se apuntó arriba.
Asimismo, Dowsett-Coirollo solicita a quienes sería distribuido el documento clasificado como confidencial, que “por favor observe que mucho del material de estos documentos contiene aspectos muy sensibles para la perspectiva del gobierno mexicano”, por lo cual el Banco Mundial “recomienda confidencialidad” en su manejo.
