octubre 14, 2000

Carlos Salinas vino, acusó y calló

El expresidente no contó con que Ernesto Zedillo aún es Presidente de México y tiene todo el poder del Estado, y con la filtración de una grabación hecha por el Estado mismo respondió con mayor gravedad a las acusaciones en su contra.

Publicado en el diario México Hoy


De la satisfacción y casi júbilo por las declaraciones televisivas y los textos en el libro "México, un paso difícil a la modernidad", el expresidente Carlos Salinas de Gortari, pasó prácticamente al mutismo.
En el libro y sus declaraciones atacó a la administración del actual primer mandatario Ernesto Zedillo y a su personalidad rencorosa, producto de su origen humilde.
Pero producto de estas arremetidas, la familia Salinas de Gortari ha pasado a ser exhibida nacional e internacionalmente como la punta de lanza de la corrupción en el sexenio pasado, y el posterior mutismo de sus integrantes —salvo el propio exmandatario— tras la publicación de una cinta grabada a dos de sus miembros, ayer a navegar la versión de un probable suicidio de Raúl Salinas, preso en el Centro de Readaptación Social de Almoloya de Juárez, mejor conocido como Almoloyita.
Esta historia que tuvo divertido al país en este lapso comenzó con un Carlos Salinas que llegó en plan acusador y continúa hasta al día de hoy con una perspectiva contraria: un Carlos Salinas que viajaría por el mundo publicitando su libro, pero ahora en plan de acusado quizá el periplo se cancele.
Raúl Salinas de Gortari se encuentra bien de salud, salvo un catarro que ya le atienden los médicos del penal, y recluido en una celda del área de visita conyugal, donde se le tiene por seguridad propia y de sus compañeros reclusos, a la cual llegaron sus abogados y su hermana Adriana, quien parecer ser el único paño de lágrimas de Raúl, alejado de Paulina Castañón Ríos-Zertuche, según algunas evidencias.
Los Salinas se han visto envueltos en acontecimientos que los llevaron a la primera plana de todos los periódicos y las principales cabezas en los noticiarios de radio y televisión en los últimos once días, desde el anuncio por la presencia de Carlos Salinas de nuevo en México.
El sismo que de manera inefable delata la presencia en nuestro país de Carlos Salinas desde el 3 de marzo de 1995 cuando comenzó su autoexilio –para el breviario y la sátira popular- no se presentó el pasado 3 de octubre, pero el Popocatépetl lanzó sus mayores fumarolas desde hacía prácticamente un año como presagio a lo que vendría.
Una acusación a destiempo de Carlos Salinas de Gortari, rompiendo de forma total las reglas existentes en el sistema político mexicano en los últimos 70 años, comenzó una guerra total entre ambos.
Las imputaciones fueron que el PRI perdió por el gobierno de los últimos seis años, lo culpó del error de diciembre la posible discrecionalidad con la que se anunció una devaluación, además de que cuando le dijeron antes de pronunciarse por Zedillo como candidato sustituto de Luis Donaldo Colosio, que “tiene problemas con su origen (…) y esto lo hace un hombre rencoroso; en aquel momento esto no me pareció algo relevante”.
Zedillo no respondió con ruedas de prensa, boletines o entrevistas. Por el contrario, su silencio dijo mucho más cuando en uso de todo el aparato de Estado se filtró -¿de dónde si no de Gobernación que tiene el control de todos los penales del país y graba todas las conversaciones que de ellos salen?- la conversación sostenida por Adriana Salinas y Raúl tras el programa Zona Abierta.
Entonces el expresidente consideró a su hermano Raúl como una persona no apta para dar opiniones o interpretaciones de hechos porque ha sido torturado sicológicamente con el encierro.
Sin embargo, el resto de la familia calló. El mutismo fue total el pasado jueves que apareció el clan Salinas en Almoloyita, seguramente para tener una conferencia familiar y planear la estrategia para salir del embrollo, ahora que la difusión de la cinta podría traer acusaciones penales en copntra del propio exPresidente de la República.
Y ayer el cónclave fue con los abogados, quienes seguramente buscarán una salida legal a la ilegalidad con que se grabó la cinta porque, de su contenido, muy poco podrán desmentir, seguramente.

Once días de Salinitis

Martes 3 de octubre: La llegada a las 14:00 horas en un avión particular proveniente de La Habana, Cuba, del expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari, al aeropuerto internacional de Toluca, e inmediatamente provocó reacciones en todos los ámbitos.
Uno de los primeros en manifestarse fue Vicente Fox, desde España, quien dijo que mediante la Comisión de Transparencia se realizaría una investigación sobre posibles crímenes o actos de corrupción, lo que podría llevar a un juicio político a Carlos Salinas. Así, señaló “Lo que vamos a hacer es formar la Comisión de Transparencia, la cual precisamente hará esa tarea de averiguar sobre el pasado, sobre las corrupciones determinando los casos que así lo ameriten”.
El PRD declaró como persona “non grata” al expresidente Salinas y demandó al presidente electo mantener una sana distancia con el exmandatario.
La visita del expresidente de México, a 58 días de que termine la última administración priísta, tenía como finalidad presentar una “bomba política”, con la presentación de su libro titulado México un paso difícil a la modernidad, poniendo énfasis en el último año de su sexenio. Un periodo marcado por dos escandalosos asesinatos, el de Luis Donaldo Colosio y el de José Francisco Ruiz Massieu; además hablaría del llamado “error de diciembre”.
Miércoles 4 de octubre: En Berlín, Fox nuevamente se refiere a la visita de Salinas al país, pero ahora señala que puede entrar y salir en tanto no haya una denuncia formal en su contra, pero destaca, “eso no lo exime del severo juicio ciudadano por su actuación como Presidente de la República y ese es un peso que llevará sobre sus hombros permanentemente”, y agrega “nadie podrá detener al pueblo de México en su camino a la democracia”.
En este ámbito, los pronunciamientos de los legisladores del PAN y del PVEM tomó como eje las reformas a la Constitución para que los expresidentes permanezcan en territorio nacional, cuando menos un año después de su gestión, y puedan ser sujetos a juicio de procedencia en caso de que así lo reclame la Nación. Esta quinta visita de Salinas comentaron era “para fastidiar a Zedillo o a Fox , o a ambos, o si se trata de liberar a su distinguido hermano incómodo”. Los senadores del PRI se mantuvieron al margen.
Ese mismo día en Almoloya, el abogado de Raúl Salinas, declaró que no se tenía prevista la visita del exmandatario a este penal. Raúl sabía de la presencia de su hermano, pero hasta entonces no había tenído ningún tipo de comunicación con él. Jueves 5 de octubre: Como antaño, el expresidente se dio el lujo de recibir a diversas personas, entre ellas, Jerónimo Jácome a quien le prometió unas placas para taxi. En el transcurso de la mañana también lo visitó su hermana Adriana y su sobrino Juan José Salinas Pasalagua, quien reiteró que el expresidente no visitaría a Raúl en Almoloyita. A su salida, Juan José, reiteró que la intención de Carlos Salinas no era la de quedarse en el país, sino la de “preparar su libro”. De la colonia Jardines del Pedregal, el hijo de Raúl se trasladó al penal, pero no mencionó si llevaba algún mensaje al hermano incómodo del expresidente.
Este día, ya se hablaba de la entrevista que realizaría Hector Aguilar Camín para su programa Zona Abierta, cuya condición era contar con un grupo de intelectuales para que saliera al aire, según se sabe se pidió la participación a Carlos Mosivais y de Enrique Krauze, quienes se negaron a asistir.
Viernes 6 de octubre: Legisladores del PRI fueron más críticos, previendo lo que se avecinaría, dijeron que no tenía ninguna autoridad para hacer críticas al presidente Ernesto Zedillo. Así, Augusto Gómez Villanueva, reiteró su denuncia para que se expulse del partido al expresidente.
Sábado 7 de octubre: Además de otorgar una entrevista al periódico Reforma, se transmitió el programa Zona Abierta de Héctor Aguilar Camín, el cual se grabó por la mañana, ya que ese mismo día el expresidente abordó su avión para dirigirse a España, en donde haría la presentación formal de su libro.
Por la noche se conocería el contenido del programa, en donde el expresidente culpó una y otra vez del error de diciembre al presidente Ernesto Zedillo y de haber avisado a los inversionistas de la devaluación que se vendría en el país, hecho que provocó que sacara su capital y las reservas internacionales disminuyeron brutalmente.
Dijo, inclusive, que las autoridades judiciales zedillistas habían preparado su aprehensión en febrero o marzo de 1995. Antes de irse se dijo perseguido político por el gobierno de Zedillo.
Sobre su hermano Raú, señaló que “me preocupé por estar bien informado, pero sobre todo de los asuntos fundamentales para el país; poca atención puse a las cuestiones familiares, y ahora me doy cuenta de que debería haberle puesto más atención”.

Las reacciones

Domingo 8 de octubre: La Iglesia se pronuncia y declara que no le debe ningún favor político o personal al expresidente, a pesar de que en su gobierno se modificaron los artículos 3, 27 y 130 de la Constitución Política.
Mientras en Madrid comenzó la venta del libro, en el país los perredistas demandaron realizar una revisión exhaustiva del sexenio de Salinas de Gortari, luego de las declaraciones hechas en las entrevistas que concedió a dos medios de comunicación.
La dirigente nacional del PRD Amalia García dijo que pretende “acomodarse y defender sus intereses económicos, asi como garantizar su impunidad”. El priísta Eduardo Ovando señaló que es injusto que el expresidente aparezca en estos momentos de cambio de gobierno y formule acusaciones encontra de Ernesto Zedillo.
Lunes 9 de octubre: Una vez en Madrid, Carlos Salinas sostuvo que la gran victoria de Vicente Fox fue fruto de los errores de Zedillo, agregó “es un cataclismo económico que afecta no sólo a ésta sino a las siguientes generaciones. De eso sería bueno que diera cuenta Zedilllo”.
Salinas lo acusó también de haber dañado gravemente el estado de Derecho durante las investigaciones sobre los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu. Y sobre su hermano, dijo que “Zedillo sobornó al testigo principal con medio millón de dólares, fabricó testimonios, contrató brujas y videntes, sembró osamentas... todo un desprestigio del sistema de corporación de justicia en México para hacer venganzas políticas”.
Por su parte Cuauhtémoc Cárdenas anunció que realizaría una denuncia formal en contra de Salinas, por el delito de difamación , luego de las acusaciones que hizo en contra de Cárdenas por haber recibido 100 millones de viejos pesos del gobierno salinista.
Martes 10 de octubre: Tras el aparente silencio del presidente Ernesto Zedillo, en el Noticiero de Televisa, Joaquín López Dóriga hizo pública una conversación telefónica entre Adriana y Raúl Salinas, luego de la entrevista televisada el sábado anterior al exmandatario.
Raúl se quejó de que las declaraciones del expresidente prejudicaron su prestigio y su situación legal. “Es muy torpe de su parte que me exige una aclaración precisa y la voy a dar... y le voy a tomar la palabra”.
Además, en tono amenazante, dijo que diría todo. Hablaría de los fondos, de dónde salieron y cuáles eran del erario público. Antes de que concluyera la concluyera la conversación, Raúl señaló a Carlos como cobarde, además porque le mandó pedir el dinero que presuntamente es del exmandatario.
Miércoles 11 de octubre: Las consecuencias de la grabación fueron inmediatas, los medios de comunicación enfocaron sus reflectores hacia el penal de Almoloyita, hacia donde acudió Adriana Salinas hecha una furia, para reclamar directamente a su hermano su temeraria actitud; pero el daño ya estaba hecho: Carlos Salinas si era el cómplice de su hermano.
A esa reunión en el penal, también asistió el primogénito de Raúl, Juan José Salinas Pasalagua, así como el asesor jurídico de la familia, Juan Velázquez, quienes en ningún momento desmintieron la conversación grabada, al contrario, el primero aceptó que esa conversación fue un arranque como respuesta a la aparición del libro.
Desde España, el expresidente dijo que era muy probable que esa conversación había sido maquinada, como una forma de persecusión en contra de la familia y que por lo tanto dudaba de su autenticidad.
Las recciones de los políticos fueron tajantes, se debe investigar a fondo a la familia del expresidente para saber a cerca de los fondos que fueron transferidos al extranjero por el hermano incómodo.
Jueves 12 de octubre: Ante la envestida de líderes de opinión, sindicalistas, políticos y medios de comunicación, la familia Salinas optó por el silencio. En tanto, la Secretaría de Gobernación, negó que la filtración de la cinta haya sido obra del Gobierno Federal.
Mientras tanto en Estados Unidos, Charles Intriago, especialiasta en lavado de dinero y director de la publicación Alerta de lavado de dinero, en Miami, Florida, opinó que Carlos Salinas podría ser acusado por el delito de lavado de dinero en la Unión Americana. Si se comprueba que por medio de su hermano recibió dinero de procedencia ilícita sea por parte de narcotraficantes, por extorsión o chantajes.

Viernes 13 de octubre: Se extendió el rumor de que Raúl Salinas de Gortari se habría suicidado en el penal en donde se encuentra recluido, como consecuencia de las presiones que ha tenido la familia en estos días.

Carlos Salinas vino y acusó; Zedillo lo repelió


Publicado en el diario México HOY
El expresidente no contó con que Ernesto Zedillo aún es Presidente de México y tiene todo el poder del Estado, y con la filtración de una grabación hecha por el Estado mismo respondió con mayor gravedad a las acusaciones en su contra.

De la satisfacción y casi júbilo por las declaraciones televisivas y los textos en el libro México, un paso difícil a la modernidad, del expresidente Carlos Salinas de Gortari, donde se atacó a la administración del actual primer mandatario Ernesto Zedillo y a su personalidad rencorosa producto de su origen humilde, la familia Salinas de Gortari ha pasado a ser exhibida nacional e internacionalmente como la punta de lanza de la corrupción en el sexenio pasado, al mutismo de sus integrantes –salvo el propio exmandatario- tras la publicación de una cinta grabada a dos de sus miembros, y ayer a navegar entre la versión de un probable suicidio de Raúl Salinas, preso en el Centro de Readaptación Social de Almoloya de Juárez, mejor conocido como Almoloyita.

Esta historia que tuvo divertido al país en este lapso comenzó con un Carlos Salinas que llegó en plan acusador y continúa hasta el día de hoy con la perspectiva contraria: un Carlos Salinas que viajaría por el mundo publicitando su libro, pero ahora en plan de acusado quizá el periplo se cancele.

Raúl Salinas de Gortari se encuentra bien de salud, salvo un catarro que ya le atienden los médicos del penal, y recluido en una celda del área de visita conyugal, donde se le tiene por seguridad propia y de sus compañeros reclusos, a la cual llegaron sus abogados y su hermana Adriana, quien parecer ser el único paño de lágrimas de Raúl, alejado de Paulina Castañón Ríos-Zertuche, según algunas evidencias.

Los Salinas se han visto envueltos en acontecimientos que los llevaron a la primera plana de todos los periódicos y las principales cabezas en los noticiarios de radio y televisión en los últimos once días, desde el anuncio por la presencia de Carlos Salinas de nuevo en México.

El sismo que de manera inefable delata la presencia en nuestro país de Carlos Salinas desde el 3 de marzo de 1995 cuando comenzó su autoexilio –para el breviario y la sátira popular- no se presentó el pasado 3 de octubre, pero el Popocatépetl lanzó sus mayores fumarolas desde hacía prácticamente un año como presagio a lo que vendría.

Una acusación a destiempo de Carlos Salinas de Gortari, rompiendo de forma total las reglas existentes en el sistema político mexicano en los últimos 70 años, comenzó una guerra total entre ambos.

Las imputaciones fueron que el PRI perdió por el gobierno de los últimos seis años, lo culpó del error de diciembre la posible discrecionalidad con la que se anunció una devaluación, además de que cuando le dijeron antes de pronunciarse por Zedillo como candidato sustituto de Luis Donaldo Colosio, que “tiene problemas con su origen (…) y esto lo hace un hombre rencoroso; en aquel momento esto no me pareció algo relevante”.

Zedillo no respondió con ruedas de prensa, boletines o entrevistas. Por el contrario, su silencio dijo mucho más cuando en uso de todo el aparato de Estado se filtró -¿de dónde si no de Gobernación que tiene el control de todos los penales del país y graba todas las conversaciones que de ellos salen?- la conversación sostenida por Adriana Salinas y Raúl tras el programa Zona Abierta.

Entonces el expresidente consideró a su hermano Raúl como una persona no apta para dar opiniones o interpretaciones de hechos porque ha sido torturado sicológicamente con el encierro.

Sin embargo, el resto de la familia calló. El mutismo fue total el pasado jueves que apareció el clan Salinas en Almoloyita, seguramente para tener una conferencia familiar y planear la estrategia para salir del embrollo, ahora que la difusión de la cinta podría traer acusaciones penales en copntra del propio exPresidente de la República.

Y ayer el cónclave fue con los abogados, quienes seguramente buscarán una salida legal a la ilegalidad con que se grabó la cinta porque, de su contenido, muy poco podrán desmentir, seguramente.

Once días de Salinitis

Martes 3 de octubre: La llegada a las 14:00 horas en un avión particular proveniente de La Habana, Cuba, del expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari, al aeropuerto internacional de Toluca, e inmediatamente provocó reacciones en todos los ámbitos.

Uno de los primeros en manifestarse fue Vicente Fox, desde España, quien dijo que mediante la Comisión de Transparencia se realizaría una investigación sobre posibles crímenes o actos de corrupción, lo que podría llevar a un juicio político a Carlos Salinas. Así, señaló “Lo que vamos a hacer es formar la Comisión de Transparencia, la cual precisamente hará esa tarea de averiguar sobre el pasado, sobre las corrupciones determinando los casos que así lo ameriten”.

El PRD declaró como persona “non grata” al expresidente Salinas y demandó al presidente electo mantener una sana distancia con el exmandatario.

La visita del expresidente de México, a 58 días de que termine la última administración priísta, tenía como finalidad presentar una “bomba política”, con la presentación de su libro titulado México un paso difícil a la modernidad, poniendo énfasis en el último año de su sexenio. Un periodo marcado por dos escandalosos asesinatos, el de Luis Donaldo Colosio y el de José Francisco Ruiz Massieu; además hablaría del llamado “error de diciembre”.

Miércoles 4 de octubre: En Berlín, Fox nuevamente se refiere a la visita de Salinas al país, pero ahora señala que puede entrar y salir en tanto no haya una denuncia formal en su contra, pero destaca, “eso no lo exime del severo juicio ciudadano por su actuación como Presidente de la República y ese es un peso que llevará sobre sus hombros permanentemente”, y agrega “nadie podrá detener al pueblo de México en su camino a la democracia”.

En este ámbito, los pronunciamientos de los legisladores del PAN y del PVEM tomó como eje las reformas a la Constitución para que los expresidentes permanezcan en territorio nacional, cuando menos un año después de su gestión, y puedan ser sujetos a juicio de procedencia en caso de que así lo reclame la Nación. Esta quinta visita de Salinas comentaron era “para fastidiar a Zedillo o a Fox , o a ambos, o si se trata de liberar a su distinguido hermano incómodo”. Los senadores del PRI se mantuvieron al margen.

Ese mismo día en Almoloya, el abogado de Raúl Salinas, declaró que no se tenía prevista la visita del exmandatario a este penal. Raúl sabía de la presencia de su hermano, pero hasta entonces no había tenído ningún tipo de comunicación con él. Jueves 5 de octubre: Como antaño, el expresidente se dio el lujo de recibir a diversas personas, entre ellas, Jerónimo Jácome a quien le prometió unas placas para taxi. En el transcurso de la mañana también lo visitó su hermana Adriana y su sobrino Juan José Salinas Pasalagua, quien reiteró que el expresidente no visitaría a Raúl en Almoloyita. A su salida, Juan José, reiteró que la intención de Carlos Salinas no era la de quedarse en el país, sino la de “preparar su libro”. De la colonia Jardines del Pedregal, el hijo de Raúl se trasladó al penal, pero no mencionó si llevaba algún mensaje al hermano incómodo del expresidente.

Este día, ya se hablaba de la entrevista que realizaría Hector Aguilar Camín para su programa Zona Abierta, cuya condición era contar con un grupo de intelectuales para que saliera al aire, según se sabe se pidió la participación a Carlos Mosivais y de Enrique Krauze, quienes se negaron a asistir.

Viernes 6 de octubre: Legisladores del PRI fueron más críticos, previendo lo que se avecinaría, dijeron que no tenía ninguna autoridad para hacer críticas al presidente Ernesto Zedillo. Así, Augusto Gómez Villanueva, reiteró su denuncia para que se expulse del partido al expresidente.

Sábado 7 de octubre: Además de otorgar una entrevista al periódico Reforma, se transimitió el programa Zona Abierta de Héctor Aguilar Camín, el cual se grabó por la mañana, ya que ese mismo día el expresidente abordó su avión para dirigirse a España, en donde haría la presentación formal de su libro.

Por la noche se conocería el contenido del programa, en donde el expresidente culpó una y otra vez del error de diciembre al presidente Ernesto Zedillo y de haber avisado a los inversionistas de la devaluación que se vendría en el país, hecho que provocó que sacara su capital y las reservas internacionales disminuyeron brutalmente.

Dijo, inclusive, que las autoridades judiciales zedillistas habían preparado su aprehensión en febrero o marzo de 1995. Antes de irse se dijo perseguido político por el gobierno de Zedillo.

Sobre su hermano Raú, señaló que “me preocupé por estar bien informado, pero sobre todo de los asuntos fundamentales para el país; poca atención puse a las cuestiones familiares, y ahora me doy cuenta de que debería haberle puesto más atención”.

Las reacciones

Domingo 8 de octubre: La Iglesia se pronuncia y declara que no le debe ningún favor político o personal al expresidente, a pesar de que en su gobierno se modificaron los artículos 3, 27 y 130 de la Constitución Política.

Mientras en Madrid comenzó la venta del libro, en el país los perredistas demandaron realizar una revisión exhaustiva del sexenio de Salinas de Gortari, luego de las declaraciones hechas en las entrevistas que concedió a dos medios de comunicación.

La dirigente nacional del PRD Amalia García dijo que pretende “acomodarse y defender sus intereses económicos, asi como garantizar su impunidad”. El priísta Eduardo Ovando señaló que es injusto que el expresidente aparezca en estos momentos de cambio de gobierno y formule acusaciones encontra de Ernesto Zedillo.

Lunes 9 de octubre: Una vez en Madrid, Carlos Salinas sostuvo que la gran victoria de Vicente Fox fue fruto de los errores de Zedillo, agregó “es un cataclismo económico que afecta no sólo a ésta sino a las siguientes generaciones. De eso sería bueno que diera cuenta Zedilllo”.

Salinas lo acusó también de haber dañado gravemente el estado de Derecho durante las investigaciones sobre los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu. Y sobre su hermano, dijo que “Zedillo sobornó al testigo principal con medio millón de dólares, fabricó testimonios, contrató brujas y videntes, sembró osamentas... todo un desprestigio del sistema de corporación de justicia en México para hacer venganzas políticas”.

Por su parte Cuauhtémoc Cárdenas anunció que realizaría una denuncia formal en contra de Salinas, por el delito de difamación , luego de las acusaciones que hizo en contra de Cárdenas por haber recibido 100 millones de viejos pesos del gobierno salinista.

Martes 10 de octubre: Tras el aparente silencio del presidente Ernesto Zedillo, en el Noticiero de Televisa, Joaquín López Dóriga hizo pública una conversación telefónica entre Adriana y Raúl Salinas, luego de la entrevista televisada el sábado anterior al exmandatario.

Raúl se quejó de que las declaraciones del expresidente prejudicaron su prestigio y su situación legal. “Es muy torpe de su parte que me exige una aclaración precisa y la voy a dar... y le voy a tomar la palabra”.

Además, en tono amenazante, dijo que diría todo. Hablaría de los fondos, de dónde salieron y cuáles eran del erario público. Antes de que concluyera la concluyera la conversación, Raúl señaló a Carlos como cobarde, además porque le mandó pedir el dinero que presuntamente es del exmandatario.

Miércoles 11 de octubre: Las consecuencias de la grabación fueron inmediatas, los medios de comunicación enfocaron sus reflectores hacia el penal de Almoloyita, hacia donde acudió Adriana Salinas hecha una furia, para reclamar directamente a su hermano su temeraria actitud; pero el daño ya estaba hecho: Carlos Salinas si era el cómplice de su hermano.

A esa reunión en el penal, también asistió el primogénito de Raúl, Juan José Salinas Pasalagua, así como el asesor jurídico de la familia, Juan Velázquez, quienes en ningún momento desmintieron la conversación grabada, al contrario, el primero aceptó que esa conversación fue un arranque como respuesta a la aparición del libro.

Desde España, el expresidente dijo que era muy probable que esa conversación había sido maquinada, como una forma de persecusión en contra de la familia y que por lo tanto dudaba de su autenticidad.
Las recciones de los políticos fueron tajantes, se debe investigar a fondo a la familia del expresidente para saber a cerca de los fondos que fueron transferidos al extranjero por el hermano incómodo.

Jueves 12 de octubre: Ante la envestida de líderes de opinión, sindicalistas, políticos y medios de comunicación, la familia Salinas optó por el silencio. En tanto, la Secretaría de Gobernación, negó que la filtración de la cinta haya sido obra del Gobierno Federal.

Mientras tanto en Estados Unidos, Charles Intriago, especialiasta en lavado de dinero y director de la publicación Alerta de lavado de dinero, en Miami, Florida, opinó que Carlos Salinas podría ser acusado por el delito de lavado de dinero en la Unión Americana. Si se comprueba que por medio de su hermano recibió dinero de procedencia ilícita sea por parte de narcotraficantes, por extorsión o chantajes.

Viernes 13 de octubre: Se extendió el rumor de que Raúl Salinas de Gortari se habría suicidado en el penal en donde se encuentra recluido, como consecuencia de las presiones que ha tenido la familia en estos días.


octubre 10, 2000

Hay en la PGR un complot para tapar el complot: Sandoval Íñiguez

Publicado en el diario México HOY

Guadalajara, Jalisco, México, 10 de octubre. Denuncia el arzobispo de Guadalajara una persecución en contra de los testigos por él presentados, quienes fueron sometidos al detector de mentiras, además de otros exámenes, en tanto que quienes tejieron la hipótesis de la confusión sostenida con alfileres durante los primeros cinco años, no fueron sometidos a tales pruebas.

“Hay una intención de engaño” por parte de los representantes de la Procuraduría General de la República, quienes a lo largo de los dos años de existencia de la Comisión Interinstitucional para dar seguimiento al caso del homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y seis personas más, realizaron una serie de irregularidades tendientes a formar “un complot para tapar el complot”, asegura Juan Sandoval Íñiguez.

Pero el arzobispo de Guadalajara y sucesor de Posadas Ocampo, todavía va más allá en su argumentación.

En entrevista realizada en su oficina en pleno centro de la ciudad, afirma que “quienes saben como sucedieron las cosas son ellos” y no quienes sirvieron como testigos, porque de los testimonios de la gente sólo se puede ir hilando ciertas coincidencias para llegar a una hipótesis”.

Pero, en cambio, el hoy subprocurador de Coordinación General y Desarrollo de la PGR, José Luis Ramos Rivera, “estaba en la PGR (el día de los hechos) y él recibió la llamada de (Enrique) Harari (quien le informó lo que estaba aconteciendo en esos momentos en el aeropuerto de Guadalajara); entonces él sabe qué pasó”.

Alrededor de las 16:00 horas del 24 de mayo de 1993, el exdirector de la Policía Federal de Caminos, Enrique Harari –quien es sujeto a proceso por brindar protección al cártel de Juárez de Amado Carrillo— se comunicó con Ramos Rivera (Expedientes inéditos Octubre 4, 2000) y le informó de la balacera que había en la terminal aérea Miguel Hidalgo y Costilla de la Perla Tapatía.

“Enrique Harari se encontraba en la línea, quien me informó de manera precipitada (…) que en ese momento se estaba suscitando una balacera (…) y me dijo que se trataba de El Chapo Guzmán, y que era menester implementar un operativo, le dije que me mantuviera informado de cualquier cosa que supiera…”.

El cardenal Sandoval refiere a México HOY: “Ellos saben cómo están las cosas. La gente de fuera vio, pero no conocía a los asesinos. Ellos (los testigos) dijeron cómo eran, pero no los conocían, cómo se llamaban, quiénes eran. Sólo sabían que eran unos jóvenes y que ellos fueron los que dispararon. Entonces, los testimonios de la gente acá afuera no puede llegar a los autores intelectuales”.

Irregularidades

El cardenal Sandoval Íñiguez manifestó, incluso al procurador Jorge Madrazo Cuéllar, la serie de irregularidades con que actuaron sus colaboradores en las investigaciones del caso. Esto no es de ahora, como tampoco el sentido de sus declaraciones.

Al respecto, al ser llamado a declarar con motivo de sus manifestaciones públicas a los diferentes medios de información sobre su teoría del complot, en declaración escrita, fechada el 24 de enero del año 2000, pero presentada el día 21, explicó:

“Deseo aclarar que todas mis opiniones, juicios de valor e hipótesis acerca de este lamentable suceso (el homicidio del cardenal Posadas Ocampo), declaradas a los medios de comunicación, están soportadas en los testimonios de las personas a las que me he referido en este escrito, y que ahora ya forman parte del expediente SE/001/95”.

Añadió: “Mis declaraciones, por tanto, no han sido producto de conjeturas, ni de meros juicios morales, ni mucho menos de meras confidencias verbales nacidas de la confianza, de la amistad o del ejercicio de mi ministerio sacerdotal, sino de verdaderos testimonios, sostenidos por escrito y debidamente ratificados ante las autoridades judiciales”.

Y en el punto 10 de su comparecencia escrita, el arzobispo de Guadalajara hizo referencia a la serie de irregularidades habidas durante la presentación de los testigos, a partir de cuyas declaraciones se podría presumir la existencia de un complot para asesinar al cardenal Posadas Ocampo.

“Es importante señalar que los testigos de los cuales ofrecí su declaración, y por ello manifestaron, en las diligencias correspondientes, hechos que parecen encaminarse hacia la hipótesis de la existencia de un crimen intencional, o incluso de un complot en el homicidio del señor cardenal Posadas, fueron sometidos al más estricto control, con exámenes psicológicos, médicos y detectores de mentiras”.

En cambio, “estos procedimientos, tan exigentes y cuidadosos, y no contemplados como válidos en la Ley Mexicana, no fueron nunca usados en los primeros cinco años de investigación con los otros testigos que en ocasiones, de manera forzada, han permitido elaborar y sostener la hipótesis oficial de la confusión, siendo obligado preguntarse si los tales testigos resistirían la aplicación de aquellos procedimientos para la validación de sus pruebas”.

Intención de desacreditar la investigación por la PGR

Juan Sandoval recibió al representante de México HOY en sus oficinas del arzobispado, ubicadas en el ala sur—poniente de la Catedral de Guadalajara. A ellas se llega luego de trasponer un par de estrechas puertas y un pasadizo de dimensiones también estrechas.

En la pared hay cuadros con encíclicas del papa Juan Pablo II, escritas en lat{in, y por la ventana se observa el pequeño zócalo, el kiosko y la fachada del palacio de Gobierno del Estado.

—Señor Cardenal, ¿hay una intención de desacreditar la investigación, cerrarla y evitar que el gobierno de Vicente Fox, que tiene cierta simpatía por la Iglesia católica, investigue a fondo?

—A mí lo que me llama la atención de esta investigación es que casi todo me lo carguen a mí, cuando yo lo único que hice fue reclamar y pedir justicia. Pero la investigación la llevaron ahora la PGR y el gobierno de Jalisco. Entonces si no vale la investigación que digan que el gobierno de Jalisco, no que el cardenal Sandoval hizo la investigación y no probó. Quieren desviar la atención, omitir la información que el gobierno de Jalisco ha entregado después de la investigación, pasarla por alto porque es muy buena, ahí están los elementos, y todo enfocado hacia mi que no hablé, yo no dije nada. No hablé. El 27 de julio (cuando se dieron a conocer las conclusiones del Grupo Insterinstitucional) yo dije, yo no hablo. Yo pienso lo que dice el gobierno de Jalisco. Así de sencillas están las cosas.

—¿Usted considera que este tipo de presiones vienen a raiz de la relación de Enrique Harari con los hechos del 24 de mayo de 1993, cuando ellos ya pensaban que el asunto estaba olvidado y se relacionó con Ramos Rivera?

—La actitud después del 27 de julio fue de silencio de los medios que tenían un material extraordinario para haber publicado sobre el caso Posadas, pero nunca publicaron; no comentaron en un principio las conclusiones del gobierno de Jalisco, yo creo que fue por consigna. Y ahora, después, cuando han salido algunas cositas, algo que resucita el caso, entonces arremeten y a mi me parece que equivocadamente. Yo no soy el investigador, yo no presento conclusiones y no soy el que no probó.

El cardenal Sandoval se defiende: “Entonces, asumo lo que dijo el gobierno del Estado de Jalisco. Entonces no tienen por qué desacreditar lo que yo dije porque no dije nada. Si quieren ir al fondo de las cosas, que revisen las declaraciones del gobierno del estado de Jalisco y que sobre ellas hablen”.

—¿Hay indicios a partir de los cuales se pudiera continuar el caso?

—Mire, brevemente los indicios son estos: La primera declaración fue que era fuego cruzado. Cuando el forense don Mario Rivas Souza, con 40 años de experiencia, examinó el cadáver y dijo, nada de fuego cruzado, fueron directísimos, entonces la segunda hipótesis fue confusión con El Chapo Guzmán, y la sostuvieron por mucho tiempo.

“De esta hipótesis, por ser segunda, desde luego quiere decir que ya estaban echando mentiras; la primera no se sostuvo, así que inventaron otra. De esta hipótesis la falla más grande fue que le echaron a los Arellano Félix la culpa de que ellos habían matado al Cardenal y que habían escapado en el avión a Tijuana.

“Entonces ahí cabe la pregunta: ¿por qué dejaron salir ese avión, por qué llegando a Tijuana no los agarraron si estuvieron dos horas en el aire? Y más absurdo aún, por qué a los Arellano Félix no los agarraron cuando llegaron a la Nunciatura (Apostólica para hablar con el nuncio Girolamo Prigione a fines de ese año 1993); ellos eran, ahí los tenían. Lo supieron las autoridades. Lo supo el procurador de entonces (Jorge Carpizo McGregor), lo supo el Presidente (de la República, Carlos Salinas de Gortari), pero no, no los agarraron al salir de la Nunciatura.

“Quiere decir que hay una intención de engaño. A lo largo de estos dos años que duró esta Comisión Interinstitucional hay una serie de irregularidades que están consignadas en el informe del Gobierno del estado de Jalisco. Amenazar, tratar de sobornar, sembrar testigos, todo eso está consignado ahí. Todo eso hace indicar que hubo complot y ahora hay un complot para tapar el complot. Gente interesada en tapar las cosas”.

Amenazas e intimidaciones

El cardenal Sandoval ha dado sólo unos minutos al reportero. Afuera, en la antesala, hay por lo menos dos docenas de fieles que desean hablar con él sobre asuntos de la Iglesia. Desde quienes desean que asista a una peregrinación, hasta otros que solicitan les envíe a un representante para la fiesta del pueblo, y demás.

—¿A quien intentaron sobornar?

—A los abogados del Gobierno del estado de Jalisco, también mis representantes.

—Su nombre.

—José Antonio Sánchez Ortega.

—¿Qué fue?

—Hable usted con ellos.

—¿Un cheque en blanco para que él le pusiera la cantidad que quisiera?

—Sí. Y a otros abogados que estaban trabajando en el expediente les hablaron a su celular y los amenazaron. También ahí está todo consignado.
Esto sucedió en Guadalajara, en el hotel Laffayette. Hasta ahí fue gente, presuntamente de la PGR, que rentó una habitación y nunca la utilizó. En tal espacio iban a entregar el cheque para que Ortega Sánchez dejara de presionar para abrir algunos espacios de la investigación.

El abogado José Antonio Ortega Sánchez, según consta en el expediente del caso Posadas, también fue amenazado por el secretario ejecutivo de la Comisión Interinstitucional, Javier García Avila.

Al respecto, se da testimonio de que el día que le tocó declarar a García Avila sobre el caso Posadas, como sucedió con el subprocurador José Luis Ramos Rivera, el cardenal Sandoval Íñiguez, el en el transcurso de la diligencia ministerial hubo un movimiento telúrico, razón por la cual todos los presentes en la actuación debieron bajar al patio central de la sede principal de la PGR.

Allí, abajo, García Ávila espetó al abogado representante del Gobierno de Jalisco y del cardenal Juan Sandoval: “Óyeme, hijo de la chingada, tú piensas que yo mandé matar al Cardenal, eso no se lo permito a nadie, me las vas a pagar”.

Este incidente fue hecho público ante los miembros de la Comisión Interinstitucional en una de las reuniones, en la cual también estuvo presente García Ávila, quien tampoco desmintió lo sucedido.

Veracidad de los testigos

—Usted habla de la "siembra de testigos". Bueno, ¿cuál es el testigo que puede tener la información más veraz?

—Hay muchos testigos que son veraces pero dicen poco. O sea que aquí (la hipótesis) se arma en base a un cúmulo de testimonios en que todos van coincidiendo. (Pero) Quienes saben cómo sucedieron las cosas son ellos. Ellos saben como están las cosas. La gente de fuera vio, pero no conocía a los asesinos.

Sandoval, vestido de traje negro y una camisa blanca de cuello Mao, añade: “Ellos (los testigos por él presentados) dijeron cómo eran, pero no los conocían, ni cómo se llamaban, quiénes eran. Sólo sabían que eran unos jóvenes y que ellos fueron los que dispararon. Entonces, los testimonios de la gente acá afuera no puede llegar a los autores intelectuales”.

Pero “lo que es muy interesante es analizar las declaraciones de los ‘testigos sembrados’, que dicen cosas muy interesantes. Hay que verlas, como diría, con ojo, con ojo muy crítico.

—¿Quiénes son ellos?

—El que estaba en Los Ángeles...

—¿Marco Enrique Torres?

—No, ese estaba en Chicago. No. Edgar quién sabe qué, El Gory, y ese otro al que trasladaron de la cárcel de Almoloya a la de Pachuca (Alfonso Ferráez Ruz). Y pidió dinero para declarar, que dice que es cubano, y dice una sarta de mentiras, pero es interesante porque dice muchas cosas y esas cosas coinciden con las que dicen otros testigos en particular, reiteradamente. Leyendo eso se pueden sacar muchas cosas.

—Suena interesante esto que dice usted. Que quienes saben cómo ocurrieron las cosas son ellos, la gente de la PGR. Y esto se puede armar con el asunto de lo de Harari.

—Si, claro.

—El subprocurador José Luis Ramos Rivera, en ese momento...

—El estaba en la PGR y él recibe la llamada de Harari. Entonces él sabe qué pasó.

Bien, gracias.
Sandoval se levantó, dando por terminada la entrevista, y solicitó que fuera conducida hacia el interior la siguiente persona que atendería.

Nada de los narcogenerales

Al ser cuestionado sobre la posibilidad escrita en una ficha de inteligencia militar, de la participación de los generales Francisco Humberto Quirós Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro en el operativo que privó de la vida al cardenal Posadas Ocampo, su sucesor Juan Sandoval Íñiguez dijo no saber nada.

—En lo que está en los expedientes, que creo que también los conoce usted, en la entrevista o declaración del general Gutiérrez Rebollo, él no hizo mención a esto. No dio nada, no lo declaró. Sí hizo mención de que estuvo en el lugar de los hechos algo así como media hora o 40 minutos después de que sucedieron. Eso es lo único que le puedo decir a usted, porque yo no tengo conocimiento de este asunto.

—Pero, ¿qué opina usted al respecto de esta información?

—Bueno, yo no sé quien la dará.

—Es un parte militar, entregado por inteligencia militar al Secretario de la Defensa.

—¿Cuándo le llegó (al secretario de la Defensa Nacional)?

—No sé, quizá en marzo de 1998.

—Pero tendría que haber una firma aquí. Yo no puedo decir si o no.

octubre 09, 2000

Habrían operado asesinato de Posadas los generales Quirós y Acosta Chaparro

El Cardenal Sandoval

Al ser cuestionado sobre la posible participación de los generales Francisco Humberto Quirós Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro en el operativo que privó de la vida al cardenal Posadas Ocampo, escrita en una ficha de inteligencia militar, su sucesor Juan Sandoval Íñiguez dijo saber nada.
En lo que está en los expedientes, que creo que también los conoce usted, en la entrevista o declaración del general Gutiérrez Rebollo, él no hizo mención a esto. No dio nada, no lo declaró. Sí hizo mención de que estuvo en el lugar de los hechos algo así como media hora o 40 minutos después de que sucedieron. Eso es lo único que le puedo decir a usted, porque yo no tengo conocimiento de este asunto.
Pero ¿qué opina usted al respecto de esta información?
Bueno, yo no sé quien la dará. -Es un parte militar, entregado por inteligencia militar al Secretario de la Defensa.
¿Cuándo le llegó (al secretario de la Defensa Nacional)?
No sé, quizá en marzo de 1998.
Pero tendría que haber una firma aquí. Yo no puedo decir si o no.


Ficha informativa de inteligencia militar los involucra

Habrían operado asesinato de Posadas los generales Quirós y Acosta Chaparro

La PGR nunca investigó la línea de los militares en el homicidio del cardenal,
pero a decir del representante del gobierno de Jalisco, son necesarios nuevos
testimonios para ahondar en esa ruta y establecer una certeza jurídica

GUADALAJARA.- La participación de los militares Francisco Humberto Quirós Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro en el operativo comando para asesinar al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, la tarde del 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara, es una línea de investigación nunca considerada por la Procuraduría General de la República, pese a la existencia de elementos en la averiguación previa, presentados como indicios susceptibles de ser ampliados con nuevos testimonios.
Altos mandos en la llamada Brigada Blanca, organización paramilitar que se dedicó a realizar los trabajos sucios en el combate a la guerrilla de los años setenta, y que al parecer continuaron operando para los diferentes gobiernos de Guerrero en los últimos años, Quirós Hermosillo y Acosta Chaparro son mencionados por una tarjeta informativa de la Sección Segunda (Inteligencia) del Ejército mexicano, como participantes en el operativo que privó de la vida al cardenal arzobispo de Guadalajara y a seis personas más, cuando aquella tarde confluyeron en el aeropuerto las bandas de los narcotraficantes hermanos Arellano Félix y Joaquín El Chapo Guzmán Loera, además del entonces nuncio apostólico Girolamo Prigione, a quien iría a recoger Posadas Ocampo.
La novena y última ficha de una tarjeta informativa existente en los archivos
de la Secretaría de la Defensa Nacional, cuya copia tiene en su poder México HOY, destaca que en el grupo de inteligencia militar "se tiene conocimiento" de la participación de los militares mencionados en el operativo que salió de la sede castrense en Jalisco, la cual en aquellos días era comandada por el general diplomado del Estado Mayor, Jesús Héctor Gutiérrez Rebollo, preso actualmente y sentenciado a más de 70 años de cárcel por presuntamente haber colaborado en acciones de narcotráfico y protección al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes. ?Habría que verificar formalmente su existencia, pero no es tan descabellado lo que ahí se señala, y de verificarse que ese informe existe, hay elementos en la averiguación previa que aportan a esa línea de investigación que pudiera contribuir o corroborar lo que ahí se afirma?, expresa el ex secretario general de Gobierno del estado de Jalisco y actual candidato plurinominal al Congreso local por el Partido Acción Nacional, Fernando Guzmán Pérez Peláez, al tener en sus manos la ficha. Participaron pero no participaron De acuerdo también con información en poder de este diario, durante el interrogatorio que miembros de la Comisión Interinstitucional para el seguimiento de las investigaciones del caso Posadas Ocampo realizaron a un grupo de agentes de la Policía Judicial Federal, en noviembre de 1998 el agente del Ministerio Público, Cuauhtémoc Sánchez, intimidó a uno de los abogados del gobierno de Jalisco y del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, precisamente cuando cuestionaba a los policías sobre la presunta participación de miembros del Ejército en el atentado. ?Los militares participaron pero no participaron, ya no te metas ni preguntes porque queda la constancia de las preguntas que tú les formulas y ellos se pueden llegar a enterar?, expresó Cuauhtémoc Sánchez en tono intimidatorio al abogado José Antonio Ortega Sánchez. Tal amenaza fue dada a conocer por los miembros del equipo representante del estado de Jalisco a Jorge Madrazo Cuéllar durante una de las distintas reuniones sostenidas y a los pocos días el procurador general de la República ordenó la separación de Cuauhtémoc Sánchez de los trabajos de la Comisión Interinstitucional. ?Si no en forma de certeza jurídica, sí estamos ante indicios que se necesitan ampliar con nuevos testimonios?, comenta Guzmán Pérez Peláez, quien desde el Congreso de Jalisco en su anterior participación legislativa, fue quien coordinó a la comisión de seguimiento al caso Posadas Ocampo. Los militares y la Brigada Blanca Precisamente, en el informe final sobre los trabajos de la Comisión Interinstitucional, el Gobierno de Jalisco deja a la vista algunos indicios sobre la participación de militares y, entre ellos, de algunos participantes en la Brigada Blanca. Y aunque los representantes de Jalisco consideran que Marco Enrique Torres García es un ?testigo sembrado? para desacreditar la seriedad de las conclusiones de la Comisión Interinstitucional, hay ciertos detalles en su declaración que parecen tener veracidad y por lo tanto debe ampliarse su investigación. Precisamente a partir de la declaración de Torres García podría presumirse la presencia y acción contra el cardenal de un tercer grupo, en este caso, de un comando militar o la paramilitar y famosa Brigada Blanca. En su manifestación ante representantes de la Comisión Interinstitucional y la colaboración del agente especial de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), John J. Deleon III, se asentó que Marco Enrique Torres ?desea aclarar que él también es ex militar, que fue sargento, y que prestó sus servicios en la Ciudad de México, en Querétaro y Michoacán, específicamente en Morelia?. Además, que ?estuvo en el Ejército en el 68, que participó en los disturbios estudiantiles en contra de los estudiantes, realizando ?trabajos sucios? para el gobierno, por lo cual tuvo que salir del país?. Regresó a México en 1970 para combatir la guerrilla de la Liga 23 de Septiembre y en 1971 reprimió los disturbios de los maestros (al parecer se refiere al Jueves de Corpus, cuando un grupo paramilitar reprimió las manifestaciones de estudiantes cerca de la Normal de Maestros), volviendo de nuevo a Estados Unidos en 1972. Posteriormente, al retornar nuevamente a México, ?se incorporó a la ?Brigada Blanca? que es un grupo militar del gobierno; que permaneció en la ?Brigada Blanca? hasta 1982 en que se retiró; que todo ese tiempo estuvo activo en el Ejército mexicano?. La imputación de Torres García Quizá la Procuraduría General de la República pero, de hecho, los integrantes de la Comisión Interinstitucional y, sobre todo, los representantes de la PGR, ya conocían el informe militar, pero nunca ahondaron en la investigación. En su declaración ministerial realizada desde las 11:30 horas del 21 de mayo de 1999 en la ciudad de Chicago, Illinois, dentro de la ampliación de la averiguación previa SE/001/95, Marco Enrique Torres García declaró conocer al general Mario Arturo Acosta Chaparro. En la decimoséptima pregunta se le cuestionó si conoce al general Mario Arturo Acosta Chaparro y la respuesta fue: ?Que sí lo conoce, que el declarante no sabe hasta dónde haya estado metido en los hechos en que perdiera la vida del cardenal Posadas Ocampo, pero el general Acosta Chaparro estaba siempre pegado con el general Carrillo Olea, que los veía juntos en el campo militar o en Cuernavaca?. Aquí lo importante es que la declaración de Marco Enrique Torres García, sea ?testigo sembrado? o no, fue entregada por la PGR a los órganos del fuero de Guerra y precisamente fue una de las aportaciones con las cuales la Procuraduría de Justicia Militar determinó proceder en contra de Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo el pasado 30 de agosto, al acusarlos de actividades de narcotráfico, protección a la banda de Amado Carrillo y de participar en los crímenes descubiertos en las narcofosas de Ciudad Juárez. En su declaración ministerial como testigo protegido, Torres García refiere que participó en una serie de actividades previas al asesinato del cardenal Posadas Ocampo, en un comando operado por el teniente Carlos Carrillo, quien se decía sobrino del ex gobernador de Morelos, Jorge Carrillo Olea, quien le daba instrucciones. Los Salinas Presuntamente los motivos del atentado fueron porque Posadas Ocampo tenía en su poder información comprometedora para Raúl Salinas de Gortari y su hermano el ex presidente Carlos Salinas, sobre su presunta relación con las bandas mexicanas de narcotraficantes, secuestradores y el resto de negocios ilícitos del llamado hermano incómodo. Por ello, este grupo intentó hablar con el cardenal para que entregara la información que poseía, pero un ?monseñor? colaborador de Posadas Ocampo respondió que nada había qué tratar con ellos porque nada sabía ni tenía. Por ese motivo realizaron un operativo para introducirse a la casa del cardenal, en Tlaquepaque, con el fin de encontrar los documentos comprometedores. Sin embargo, al no encontrarlos, fue que Carlos Carrillo, según le confió éste a Torres García pues el declarante no estuvo presente en el operativo, acompañado por otros cuatro sujetos, todos vestidos con uniforme militar color negro, mató al cardenal con una ametralladora cuerno de chivo, la que metió incluso dentro del auto Grand Marquis blanco donde viajaba el prelado. Asimismo, ?que el declarante desea manifestar que había otro militar de apellido Castillo, sobrino de Ricardo Castillo, quien tenía grado al parecer de coronel. Que la función de Castillo era conseguir uniformes e insignias militares para uniformar a la gente de los Arellano Félix; que Castillo no participó en los hechos en que perdiera la vida el cardenal Posadas?. En varias oportunidades Torres García ratificó que Carlos Carrillo fue quien victimó, con una cuerno de chivo, al cardenal. Y Carlos Carrillo era el cabeza del grupo de ex militares y militares que actuó en la muerte del cardenal. Además, en la página 25 de su declaración manifestó ?que el grupo de militares y ex militares al que pertenecía, se les denominaba la ?Brigada Blanca??. Más adelante, Torres involucra también a Horacio Montenegro, quien presuntamente estaba comisionado en Culiacán, como la persona que patrulló la ciudad antes de la muerte del cardenal, y que fue quien enseñó a Carlos Carrillo todas las salidas de Guadalajara. Montenegro, sin embargo, era el brazo derecho del general Gutiérrez Rebollo y uno de los principales investigadores del asesinato del cardenal durante los primeros 20 o 24 días posteriores. Asimismo, hace el involucramiento de Horacio Montenegro con el grupo de narcotraficantes como los Arellano Félix, El Chapo Guzmán y Amado Carrillo, a quienes ?les daba protección?. Además, manifiesta que un desertor del Ejército, de apellido Macías, era el experto en colgarse de los teléfonos y el del cardenal lo tenía intervenido. Otros indicios En las conclusiones finales al trabajo realizado durante dos años, la Comisión Especial del Estado de Jalisco le señaló a la procuraduría, entre otras cosas, las siguientes: ?6.- Que se investigaran las insignias militares y policiales que se encontraron en el aeropuerto?. Además, Edgar Nicolás (Eduardo) Mariscal Rábago El Negro, quien presuntamente formaba parte de la banda de Humberto Rodríguez Bañuelos La Rana, refirió que había prestado sus servicios en el Ejército, y ese día llevaba consigo un fusil automático tipo R15 sin matrícula, que era el arma que siempre usaba cuando eran llamados para algún trabajo requerido por La Rana. Asimismo, dijo que entre sus compañeros que iban a prestar protección a los hermanos Ramón y Javier Arellano Félix, ?unos iban vestidos de militares, y llevaban radios portátiles, teléfonos celulares, gorras, chamarras?. Por otro lado, el abogado José Alfredo Andrade Bojórgez, manifestó en declaración: ?... un tercer grupo vestido de norteños sin ser de un estado del norte de la República, atentaron directamente en contra del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo; que esta versión la manifestó Amado Carrillo el mismo día de los hechos después de realizar llamadas telefónicas a autoridades militares, corporaciones policiacas y a grupos delictivos de dicha entidad federativa...? En una entrevista con México HOY antes de su desaparición física, y al comentar algunos de los detalles manifestados en su libro Desde Navolato vengo. La historia secreta del narco, Andrade Bojórgez dio a conocer que un grupo de militares actuaron aquella ocasión en el aeropuerto, y que incluso frente a la entrada de la terminal fueron acomodadas una serie de camionetas blindadas de las que usan los servicios de protección de dinero, para evitar que los disparos pudieran lesionar a más gente dentro de los pasillos. Asimismo, en su declaración Juan Manuel Samudio Bustamante, policía federal de Caminos que estuvo presente en el aeropuerto el día de los hechos declaró: ?... que el encargado de Telégrafos del aeropuerto le comentó al externante que al salir a comer antes de todos los hechos, pudo observar cómo en el interior del estacionamiento se encontraban dos sujetos en el interior de un vehículo grande color café, sin precisar marca, sujetos que al bajarse sacaban dentro de sus ropas unas armas largas con vestimenta tipo militar...? Recuadro La ficha informativa Una tarjeta informativa de la sección Segunda de Inteligencia Militar, la cual se titula: ?En este informe se relacionan militares con el narcotráfico?, en la novena y última de las fichas se lee lo siguiente: ?En otra investigación realizada, se tiene conocimiento que de la sede militar de Jalisco salió un operativo, en el cual participaron militares, para finalmente llevar a cabo el homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, por lo que informo a usted que se tiene conocimiento que en (el) atentado participaron el general ACOSTA CHAPARRO y el general QUIROs HERMOSILLO, los cuales son protegidos del señor Javier García Paniagua, el general QUIROS HERMOSILLO desde 1968 fue un incondicional, al igual que protegido del general GARCIA BARRAGAN, el cual fungió como secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz?.