(2002-06-10)
http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=16617
Rogelio Montemayor Seguy analiza la posibilidad de acogerse al programa de testigos protegidos y revelar cómo y por instrucciones de quién se armó la ingeniería financiera para canalizar prestámos por mil 100 millones de pesos de la paraestatal al Sindicato Petrolero, que presuntamente fueron a parar a la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa.
Ante la persecución de que es objeto por parte de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), la Procuraduría General de la República, y el abandono de sus compañeros de partido y políticos que fueron sus "superiores" cuando ocupó la dirección general de Petróleos Mexicanos, fuentes muy cercanas al ex funcionario aseguraron que Montemayor podría dar toda la información que posee, y que involucra a políticos prominentes del pasado sexenio, y lo haría desde Estados Unidos donde buscaría ser declarante protegido.
Entre los testimonios en su descargo estaría el hecho de que Montemayor Seguy afirma haber recibido "instrucciones superiores" para desviar los recursos a la campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI), amén de que el operativo financiero fue autorizado por el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
Hace algunas semanas la madre del también ex gobernador de Coahuila, Liliana Seguy viuda de Montemayor, expresó que su hijo no se movía si no había una orden presidencial.
El 8 de mayo pasado el juez décimo tercero en materia de procesos penales federales, José Luis Moya Flores, giró una orden de aprehensión contra el ex director de Pemex y cuatro de sus ex colaboradores por los delitos de peculado y uso indebido de ejercicio público, entre los que se cuenta el ex secretario del Trabajo y Previsión Social durante los últimos meses del sexenio de Carlos Salinas, Manuel Gómez-Peralta Damirón, además de Juan José Domene Berlanga, Carlos Juaristi y Julio Pinter. El primero fue detenido y actualmente se encuentra libre con el beneficio por el pago de una fianza, debido a que el delito es considerado no grave.
Consejo de Administración. Una fuente de todas las confianzas del ex director de Pemex asegura que Montemayor se encuentra agobiado al quedar prácticamente solo, luego de la detención de Gómez-Peralta Damirón, y ver que las gestiones de sus abogados el ex procurador Humberto Benítez Treviño, en un principio, y Alonso Aguilar Zinser ahora, no han dado los resultados legales esperados.
Por lo mismo plantea la estrategia de someterse a un programa de testigos protegidos para describir cómo el Consejo de Administración de Pemex, que presidía entonces el secretario de Energía, Luis Téllez Kuénzler, dio su autorización para llevar a efecto el movimiento en dos exposiciones.
De acuerdo con la información en poder de esta publicación, el 5 de junio de 2000 Rogelio Montemayor Seguy firmó el convenio número 9399 con el STPRM, otorgándole un préstamo al gremio petrolero (para solventar los reclamos de la empresa estadounidense Arriba Limited por incumplimiento de contrato), por 640 millones de pesos, acordando que el pago se realizaría mediante 20 exhibiciones por 32 millones de pesos mensuales a partir de noviembre del 2000.
Tres días después Pemex Corporativo expidió el cheque 0008648 de la cuenta 00102125752 del banco Scotiabank-Inverlat, que fue recibido por el hoy senador por el PRI, Ricardo Aldana Prieto, a nombre del sindicato. Para este movimiento se giró el oficio DCA-691 en el que pedían al gerente de Administración Financiera de Pemex, emitir un título de crédito para el sindicato.
Pero ni aún sentenciada legalmente la derrota del PRI en los comicios de 2000, hubo interés inmediato por subsanar las irregularidades en la administración de la paraestatal, pues el 11 de septiembre del 2000, funcionarios de Pemex como Montemayor, Juaristi y Domene se reunieron con los representantes sindicales
Carlos Romero Deschamps, secretario General; Fernando Pacheco Martínez, secretario del Interior del sindicato; y Manuel Limón Hernández, presidente del Consejo Sindical de Vigilancia, para firmar ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social el convenio 9442, a través del cual, Pemex entregaba al sindicato 1,100 millones de pesos, de la siguiente forma: 850 millones de pesos, para cubrir supuestos incumplimientos laborales de la paraestatal, acordados en revisiones del contrato colectivo de trabajo de 1997 a 1999, y 250 millones de pesos para atender una demanda entablada en contra del STPRM por la empresa Arriba Limited. Sin embargo, el propio Sindicato solicitó el descuento por el préstamo del 8 de junio por 640 millones de pesos.
El 20 de septiembre de 2000 el Comité Ejecutivo Nacional del sindicato petrolero (Romero Deschamps y Aldana Prieto) recibió el cheque número 15185 de la cuenta 00102135752 de Scotiabank-Inverlat.
En la denuncia interpuesta en la PGR se asienta que los auditores de la Secodam pudieron conocer, por conducto del contador público Miguel Angel Pérez Fernández, subgerente de recursos de Pemex, que usualmente los depósitos al STPRM se verificaban en la cuenta No. 3376556 del Banco Nacional de México, "lo que aumenta las probabilidades de un desvío de recursos en detrimento patrimonial de la paraestatal".
¿Un presidente ajeno?Realizadas esas operaciones, de acuerdo con información de la Secodam, Montemayor pretendió limpiar la casa con anuencia del Consejo de Administración de Pemex al cual convocó el 29 de septiembre de 2000, donde según el acta 723 les dio a conocer con información acotada de que gestionaba con Hacienda recursos para pagar adeudos vencidos al sindicato, que le fueron autorizados ese mismo día desde la subsecretaría de Egresos de Hacienda, acción que aumentó las suspicacias de los auditores.
Sin embargo, hay tres versiones. La ya conocida a través de la denuncia de hechos presentada por la Secodam, una de un alto funcionario del gobierno de Ernesto Zedillo donde se da cuenta de la "desprotección" a Montemayor y ahora la del ex director corporativo de Pemex, quien se encuentra prófugo presumiblemente fuera del país.
De acuerdo con la versión de un alto funcionario zedillista, Luis Téllez habría hablado con el secretario particular del presidente Zedillo, Liévano Sáenz, para solicitarle una entrevista, con el fin de darle a conocer la forma cómo Montemayor pretendía resolver las irregularidades en Pemex.
Ante esa llamada, Liébano Sáenz habría dicho que era ilegal, pero no se sabe si esa entrevista Zedillo-Téllez se realizó y si Zedillo autorizó la estrategia ideada, presuntamente, por Juan José Domene Berlanga.
Y más aún, de acuerdo con el ex colaborador del entonces presidente Ernesto Zedillo, éste le respondió de la siguiente forma cuando le preguntó en los primeros meses de este año sobre el llamado Pemexgate: "Yo no tuve ningún conocimiento del asunto. A mí no se me consultó nada y si lo hubieran hecho no lo hubiera autorizado. Si ellos hicieron eso, es su problema. Que se hagan responsables si hicieron las cosas de manera ilegal".
Ahora Montemayor, quien ocupó la dirección general de Pemex desde el 3 de enero de 2000 al 30 de noviembre del mismo año, advierte sobre la posibilidad de destapar todo el asunto y hacer revelaciones que podrían alcanzar al mismo ex presidente Ernesto Zedillo y a los entonces secretarios de Energía, Luis Téllez, y de Hacienda, José Angel Gurría Treviño.
http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=16617
Rogelio Montemayor Seguy analiza la posibilidad de acogerse al programa de testigos protegidos y revelar cómo y por instrucciones de quién se armó la ingeniería financiera para canalizar prestámos por mil 100 millones de pesos de la paraestatal al Sindicato Petrolero, que presuntamente fueron a parar a la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa.
Ante la persecución de que es objeto por parte de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), la Procuraduría General de la República, y el abandono de sus compañeros de partido y políticos que fueron sus "superiores" cuando ocupó la dirección general de Petróleos Mexicanos, fuentes muy cercanas al ex funcionario aseguraron que Montemayor podría dar toda la información que posee, y que involucra a políticos prominentes del pasado sexenio, y lo haría desde Estados Unidos donde buscaría ser declarante protegido.
Entre los testimonios en su descargo estaría el hecho de que Montemayor Seguy afirma haber recibido "instrucciones superiores" para desviar los recursos a la campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI), amén de que el operativo financiero fue autorizado por el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
Hace algunas semanas la madre del también ex gobernador de Coahuila, Liliana Seguy viuda de Montemayor, expresó que su hijo no se movía si no había una orden presidencial.
El 8 de mayo pasado el juez décimo tercero en materia de procesos penales federales, José Luis Moya Flores, giró una orden de aprehensión contra el ex director de Pemex y cuatro de sus ex colaboradores por los delitos de peculado y uso indebido de ejercicio público, entre los que se cuenta el ex secretario del Trabajo y Previsión Social durante los últimos meses del sexenio de Carlos Salinas, Manuel Gómez-Peralta Damirón, además de Juan José Domene Berlanga, Carlos Juaristi y Julio Pinter. El primero fue detenido y actualmente se encuentra libre con el beneficio por el pago de una fianza, debido a que el delito es considerado no grave.
Consejo de Administración. Una fuente de todas las confianzas del ex director de Pemex asegura que Montemayor se encuentra agobiado al quedar prácticamente solo, luego de la detención de Gómez-Peralta Damirón, y ver que las gestiones de sus abogados el ex procurador Humberto Benítez Treviño, en un principio, y Alonso Aguilar Zinser ahora, no han dado los resultados legales esperados.
Por lo mismo plantea la estrategia de someterse a un programa de testigos protegidos para describir cómo el Consejo de Administración de Pemex, que presidía entonces el secretario de Energía, Luis Téllez Kuénzler, dio su autorización para llevar a efecto el movimiento en dos exposiciones.
De acuerdo con la información en poder de esta publicación, el 5 de junio de 2000 Rogelio Montemayor Seguy firmó el convenio número 9399 con el STPRM, otorgándole un préstamo al gremio petrolero (para solventar los reclamos de la empresa estadounidense Arriba Limited por incumplimiento de contrato), por 640 millones de pesos, acordando que el pago se realizaría mediante 20 exhibiciones por 32 millones de pesos mensuales a partir de noviembre del 2000.
Tres días después Pemex Corporativo expidió el cheque 0008648 de la cuenta 00102125752 del banco Scotiabank-Inverlat, que fue recibido por el hoy senador por el PRI, Ricardo Aldana Prieto, a nombre del sindicato. Para este movimiento se giró el oficio DCA-691 en el que pedían al gerente de Administración Financiera de Pemex, emitir un título de crédito para el sindicato.
Pero ni aún sentenciada legalmente la derrota del PRI en los comicios de 2000, hubo interés inmediato por subsanar las irregularidades en la administración de la paraestatal, pues el 11 de septiembre del 2000, funcionarios de Pemex como Montemayor, Juaristi y Domene se reunieron con los representantes sindicales
Carlos Romero Deschamps, secretario General; Fernando Pacheco Martínez, secretario del Interior del sindicato; y Manuel Limón Hernández, presidente del Consejo Sindical de Vigilancia, para firmar ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social el convenio 9442, a través del cual, Pemex entregaba al sindicato 1,100 millones de pesos, de la siguiente forma: 850 millones de pesos, para cubrir supuestos incumplimientos laborales de la paraestatal, acordados en revisiones del contrato colectivo de trabajo de 1997 a 1999, y 250 millones de pesos para atender una demanda entablada en contra del STPRM por la empresa Arriba Limited. Sin embargo, el propio Sindicato solicitó el descuento por el préstamo del 8 de junio por 640 millones de pesos.
El 20 de septiembre de 2000 el Comité Ejecutivo Nacional del sindicato petrolero (Romero Deschamps y Aldana Prieto) recibió el cheque número 15185 de la cuenta 00102135752 de Scotiabank-Inverlat.
En la denuncia interpuesta en la PGR se asienta que los auditores de la Secodam pudieron conocer, por conducto del contador público Miguel Angel Pérez Fernández, subgerente de recursos de Pemex, que usualmente los depósitos al STPRM se verificaban en la cuenta No. 3376556 del Banco Nacional de México, "lo que aumenta las probabilidades de un desvío de recursos en detrimento patrimonial de la paraestatal".
¿Un presidente ajeno?Realizadas esas operaciones, de acuerdo con información de la Secodam, Montemayor pretendió limpiar la casa con anuencia del Consejo de Administración de Pemex al cual convocó el 29 de septiembre de 2000, donde según el acta 723 les dio a conocer con información acotada de que gestionaba con Hacienda recursos para pagar adeudos vencidos al sindicato, que le fueron autorizados ese mismo día desde la subsecretaría de Egresos de Hacienda, acción que aumentó las suspicacias de los auditores.
Sin embargo, hay tres versiones. La ya conocida a través de la denuncia de hechos presentada por la Secodam, una de un alto funcionario del gobierno de Ernesto Zedillo donde se da cuenta de la "desprotección" a Montemayor y ahora la del ex director corporativo de Pemex, quien se encuentra prófugo presumiblemente fuera del país.
De acuerdo con la versión de un alto funcionario zedillista, Luis Téllez habría hablado con el secretario particular del presidente Zedillo, Liévano Sáenz, para solicitarle una entrevista, con el fin de darle a conocer la forma cómo Montemayor pretendía resolver las irregularidades en Pemex.
Ante esa llamada, Liébano Sáenz habría dicho que era ilegal, pero no se sabe si esa entrevista Zedillo-Téllez se realizó y si Zedillo autorizó la estrategia ideada, presuntamente, por Juan José Domene Berlanga.
Y más aún, de acuerdo con el ex colaborador del entonces presidente Ernesto Zedillo, éste le respondió de la siguiente forma cuando le preguntó en los primeros meses de este año sobre el llamado Pemexgate: "Yo no tuve ningún conocimiento del asunto. A mí no se me consultó nada y si lo hubieran hecho no lo hubiera autorizado. Si ellos hicieron eso, es su problema. Que se hagan responsables si hicieron las cosas de manera ilegal".
Ahora Montemayor, quien ocupó la dirección general de Pemex desde el 3 de enero de 2000 al 30 de noviembre del mismo año, advierte sobre la posibilidad de destapar todo el asunto y hacer revelaciones que podrían alcanzar al mismo ex presidente Ernesto Zedillo y a los entonces secretarios de Energía, Luis Téllez, y de Hacienda, José Angel Gurría Treviño.
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